BIENVENID@S

El hombre es un peregrino que ha emprendido un largo viaje: partió desde la piedra, siguió adelante hacia el vegetal y el animal y ha llegado ahora hasta la etapa humana. Tiene aún largo camino por recorrer para alcanzar lo divino, de modo que no debe detenerse.
Cada momento es precioso; cada paso debe llevarlo adelante y acercarlo a su meta.

lunes, 29 de noviembre de 2010

LAGUNA DIABÒLICA


La mirada vagabunda y extraviada, penetraba vertiginosamente en aquel túnel de recuerdos donde el regreso podría ser espantoso. El pensamiento con su necia concepción mental de un águila macabra, invadía el espacio sideral y etéreo escudriñando la presa cósmica que jamás podría cazar – o tal vez un buscador de tesoros y de baúles encarcelados de momentos tan indescriptibles por la mente humana. Un zigzag de luces vehiculares resplandecía el hipnótico estado en trance o estatuario de enamorados contornos animalescos, consumidos por la lujuria explotada en pompa sodomía, en fusión permanente de aquella figurada imagen de hermosa diosa platónica, impregnada de elementos tan enigmáticos, tan esotéricos que hacían repugnante aquel momento tan imparable, tan doloroso. Babeaba sin cesar su almohada de carne tan húmeda de olores sexuales que estremecían aquella porquería de recinto, jurisdicción propia del pecado, del demonio. Su cuerpo, en imparables contorsiones musculares, síntomas de ataques febriles de agripadas pasiones. ¡No había duda!, ella estuvo allí. La noche se la comió desnuda, la impregnó de olores de lujuria; cuatro perros negros, la llorona, una unión forzada y un repartidor de luces, grababan aquella horrenda escena, desvanecieron de pronto, aquella pesadilla de placer y terror que quemaron las pestañas de tan destrozado cuerpo, el cigarrillo aún lucía tembloroso en sus labios en un estado babeante y humedecido, una violación, un asesinato sin explicación.

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