BIENVENID@S

El hombre es un peregrino que ha emprendido un largo viaje: partió desde la piedra, siguió adelante hacia el vegetal y el animal y ha llegado ahora hasta la etapa humana. Tiene aún largo camino por recorrer para alcanzar lo divino, de modo que no debe detenerse.
Cada momento es precioso; cada paso debe llevarlo adelante y acercarlo a su meta.

lunes, 29 de noviembre de 2010

¡Devuèlvelo, señor!


¡Aún puedes! ¡Estás vivo! Sugirió llorando…
Quietud, silencio fúnebre, activa mi ilusión muerta, que remonte el vuelo hacia la oscuridad de mi alma, que se pierda sin medida, escudriña en lo profundo, discrimina sus debilidades y chispea sus fortalezas, zambúllela, sumérgela, no permitas que salga jamás; ni lo pienses, la tarea será ardua y sigilosa, empéñate en que su descubrimiento provoque el bing bang del despertar de un muerto.
Su relación nada encaja en el inquieto parpadear del pensamiento. Las ideas zigzaguean en infinitos e incontables luces esparcidas en el oscuro universo de mis resentimientos negros, porque parecen murmurar en lamentos, llantos y tristezas, es un viacrucis de imposible quietud.
Ahora, te pido pues, que la despiertes, abre sus ojos, que ya no mire más las tinieblas que oscurecen sin piedad sus sentidos, no la ahuyentes, no te detengas, ábrela y encájala pronto a su sendero, ilumina la campiña donde yace su cuerpo inerte, intacto, sin ánimo de movimiento. Evalúa sus pulsaciones, acelera sus torrentes, no des cabida al freno, no exijas movilidad, no hay salida, porque el viaje será siempre el mismo. No interrumpas mientras inerte se consume, en el sueño mas profundo, el de la muerte. Escucha la canción de aquellos que le adormecen; apacigua en el respirar melancólico de sus esponjosas fraguas, la sangre que arrancar quiere su aliento, en espumosas aguas, que revierte.
La era glacial ha llegado, parece estar congelándose sin remedio, no hay escape, no existe lugar alguno para avivar sus esperanzas, se ha perdido para siempre la paz; la alegría se ha escondido y no puede hallarse. Busca en los pasajes históricos de su inútil vida, ¿cual sería su destino mientras vivía con el hacedor del infinito?. Mejor lo hubieses dejado allí donde correteaba sin espacio y tiempo, donde la luz eran tan sublime y justa, allí donde las flores son estrellas y los ríos en su escandaloso trayecto, zumban como máquinas que entorpecen la sensación de paz que yacía antes de su muerte. Sigue su rutina, no lo pierdas de vista, mira su andar, ahora es lento, pero aún va hacia el frente, ha intentado desviarse, pero no lo ha hecho, eso es buena seña, no lo dejes solo, acompáñalo, sé su cayado, levántalo, pues camina muy débil, arrastra sin cesar sus tormentos, tormentos inútiles que hubiese dejado desde hace mucho tiempo; pero no quiere. Su inútil cuerpo destrozado, aún intenta levantarse; no desmaya, ¡ayúdalo! Quietud, silencio, no des cabida a la ignorancia y cobardía, él es fuerte todavía, se han debilitado las ganas de vivir, pero no quiere morir. Arrincónalo en el baúl de las esperanzas, llévatelo, aconséjalo, dale ánimo, no lo abandones, los errores inesperados ya han cobrado sus remuneraciones, conoce el dolor y la muerte, más no le des muerte, déjalo vivir aunque con ello tenga que vivir muriendo ¡Ahh, tormentos! ¡Es humano! ¡No es un dios! ¡Díselo, no lo engañes, sácalo de su ignorancia, aún quiere ser bueno!...Quietud, ¿Dónde estás?¡Damelo…

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