-“Esta es la historia de un pícaro grillo que se quedó dormido por sus desvelos nocturnos, llevando serenatas, celebrando los ocios del día; y de fiesta en fiesta lo alcanzó la madrugada. Adormitado o muerto cayó en puro sueño. De pronto, muy asustado, despierta atónito y gritando: ¡Qué terrible pesadilla!
- “¿Por qué dices eso?“ -Le pregunta la hormiga, que hacía un momento le había mordido una de sus patas.
- Soñé que estaba en el campo y un pajarraco negro y picudo, quería devorarme como a un zancudo. Salté y salté como pudieron mis patas, pero me quedé enganchado en una garrapata. Al verme, el pajarraco se echó a reír de mi avería y sentí morir mientras me aturdía. A punto estaba de perder la vida, cuando me desperté, y aquí estabas tú y no sé… ¿Por qué?
- ¡Vaya! ¡Vaya! Que sí fue una pesadilla, pero mejor si te marchas, porque pronto llegará el día; pues ya remonta el señor sol sobre las montañas, y las aves surcan los cielos en busca de su alimento, y ¡entonces!, ¿qué harás con tu pesadilla?
¡Y no te desveles tanto!, que la vida tiene buenos y malos momentos en sus horas de trabajo y descanso”.
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