BIENVENID@S

El hombre es un peregrino que ha emprendido un largo viaje: partió desde la piedra, siguió adelante hacia el vegetal y el animal y ha llegado ahora hasta la etapa humana. Tiene aún largo camino por recorrer para alcanzar lo divino, de modo que no debe detenerse.
Cada momento es precioso; cada paso debe llevarlo adelante y acercarlo a su meta.

martes, 30 de marzo de 2010

LA PALABRA


Escucha pues, hijo mío, desde ese silencio metafísico y, entonces comprenderás lo que significa para mí, la palabra, pues incansablemente la he buscado y ella siempre ha venido a mí en su momento oportuno. Así como tú llegaste a este mundo, también ella, un día vino en medio del caos y se quedó para siempre con nosotros. Sus tres sílabas conservan siempre su unidad, así como ella con el que vino, pues él también conserva su unidad con el padre y el espíritu. Su expresión es tan comprensible y universal, es el om, el primero de cuanto todo fue hecho. Es la que impulsa, la que mueve, la que transforma sin medida, sin restricciones. Es vida para quienes la toman y es la muerte para quienes la ignoran. Su enfoque de evolución, es la misma estructura génica del universo, copia fiel de su origen divino, conformada por cuatro elementos esenciales para la existencia de todo ser universal. El ruido que encierra en el espacio sideral, es la voz de aquellos que claman su presencia desde hace siglos, pero ella ya estaba presente con ellos, y no le vieron. Su lenguaje, sonido de paz y eterna sublimidad, que fluye desde lo profundo de la humildad que hace en los niños, en los ancianos, en las mujeres, en los enfermos, en los marginados, excluidos, en todos aquellos que de alguna manera, fueron borrados de las concepciones mentales de sus opresores. Esta palabra, tan dulce y fuerte para los débiles, y tan amarga y frágil para los valientes que caminan prendidos en ideales dinámicos que emanan de abundancia sabiduría.


¡Basta ya! humus pensante, no ocultes de esencia de origen, no eres mas que ¡humus, química, elemento que se mueve a la voluntad de "la palabra". Abre tus ojos y úndete en el océano cósmico, levanta sin temor tu pecho, ábrelo, introdúcete y escudríñalo: ¡Allí está!, moviéndose incansablemente, al sentir constamente tus vanos impulsos, sorprendido la descubrirás atareada escupiendo los flujos de vida que hacen posible tu exstiencia.


Te advierto que no podeis callarla jamás, pues ella es la que gobierna, la que dicta las leyes, es la moral, pues es la creadora. Sus límites, su cadena y libertad son como el deseo mismo de vivir o morir, de amar o despreciar, de dar o quitar, de ennoblecer como humillar. Su estructura puede ser maleable, elástica, pero jamás puede ser desprendible; siempre regresará a su origen, la moral. Su concepción humana es tan abstracta, como el creer o no creer que ella esté allí, profundo en apariencia quieta dentro de tí. Por ello no puedes callarla, ocultarla, reprenderla y mucho menos secuestrarla, pues siempre será libre, hasta en su propio silencio, ella tiene poder, no lo olvides. En el silencio y el ruido, ella tiene poder. ¿Acaso, no la escuchas? ¡sordo y necio!, baja tu rostro, ensártalo como un puñal en tu pecho de hierro y búscala en su infinito interior, allí está llamándote a cada instante, en todo momento; es tu guía, tu sendero, tu luz, tu origen.


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